México y Colombia enfrentan presión para acelerar alzas de tasas

Si bien los determinantes específicos de las presiones sobre los precios varían entre los países, los operadores de swaps están cada vez más convencidos de que ambos se unirán a sus pares regionales para embarcarse en un ajuste monetario más agresivo.

Banco de la República de Colombia.
Por Justin Villamil y Oscar Medina
12 de octubre, 2021 | 09:05 AM

Bloomberg — Los inversionistas están apostando a que los dos bancos centrales que están rezagados con respecto al afán de América Latina por subir las tasas de interés están listos para acelerar el ritmo.

A medida que la inflación se acelera, los encargados de la formulación de la política monetaria en Colombia y México se ven sometidos a una presión cada vez mayor para elevar más los costos de endeudamiento, y más rápido. Si bien los determinantes específicos de las presiones sobre los precios varían entre los países, los operadores de swaps están cada vez más convencidos de que ambos se unirán a sus pares regionales para embarcarse en un ajuste monetario más agresivo.

Cualquier cambio de estrategia supondría una especie de capitulación para ambas autoridades monetarias, que han tratado de encontrar un equilibrio que les permita apoyar una recuperación económica de la pandemia y controlar una inflación que aumenta a su mayor ritmo en cerca de cuatro años. Al igual que los responsables de las políticas monetarias de todo el mundo, los funcionarios de México y Colombia están cada vez más preocupados de que las presiones sobre los precios sean más persistentes de lo que habían anticipado.

“La inflación está demostrando no ser tan transitoria como pensaron inicialmente los bancos centrales”, dijo Brendan McKenna, estratega de Wells Fargo en Nueva York. “No me sorprende del todo ver que los mercados descuentan mayores tasas de interés en ambos países”.

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En Colombia, que el 30 de septiembre aumentó su costo de endeudamiento por primera vez en cinco años, los contratos que permiten a los operadores apostar por las tasas de interés han subido a lo largo de la curva y ahora indican una duplicación de la tasa de referencia durante los próximos seis meses.

Los swaps mexicanos indican que las tasas volverán a subir a niveles prepandémicos a principios de 2023 y los operadores están aumentando sus apuestas después de que este mes el miembro más nuevo de Banxico votara sorpresivamente por un aumento de las tasas de interés.

Ambos países aún tienen mucho camino por recorrer para ponerse al día con sus pares regionales respecto de los aumentos de tasas. Perú y Chile han subido sus tasas en al menos un punto porcentual completo este año, mientras que Brasil lo ha hecho en 425 puntos básicos. México, que ya tiene una de las tasas más altas de la región, ha subido 75 puntos básicos y Colombia, solo 25 puntos básicos.

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En septiembre, cuatro miembros de la junta directiva del banco central de Colombia votaron a favor de aumentar los costos de los préstamos en un cuarto de punto al 2%, mientras que tres lo hicieron a favor de un aumento de medio punto. Los operadores están descontando dos aumentos más de 50 puntos básicos cada una en las próximas reuniones para llevar la tasa de referencia al 3% hacia fin de año. Prevén que la tasa alcanzará un 5,5% para fines de 2022.

La inflación anual se aceleró en septiembre al 4,5%, el ritmo más rápido en cuatro años y por encima de la meta del banco del 3%, impulsada por los precios de los alimentos, el alquiler y los combustibles.

Los encargados de la formulación de la política monetaria podrían ver más margen de maniobra para aumentar las tasas a medida que se acelera el crecimiento económico. El banco central comenzó el año pronosticando un crecimiento del producto interno bruto de 4,5% en 2021 y ha mejorado esa proyección en el transcurso del año a un 8,6%, que sería la tasa de crecimiento más rápida que se ha observado en al menos 50 años.

En México, la tasa de referencia de 4,75% es la segunda más alta de la región solo después de la de Brasil. Pero los operadores que se habían estado preparando para lo que pensaban que sería un cambio hacia una postura moderada del banco central cuando asuma en enero el ex secretario de Hacienda Arturo Herrera, están reevaluando esa perspectiva. Si bien Herrera fue elegido en un intento del presidente Andrés Manuel López Obrador por nombrar a un economista “moral” que pudiera priorizar la economía y el empleo, los analistas dicen que la realidad de una inflación del 6% mantendrá atentos a los responsables de la política monetaria.

Por ahora, todos los ojos están puestos en el miembro más nuevo de la junta de cinco personas, la subgobernadora Galia Borja. También nominada por López Obrador, Borja sorprendió a los observadores de Banxico cuando la semana pasada se unió al consenso de un alza de tasas en la decisión del banco que elevó el índice de referencia a un 4,75%. El recuento final fue de cuatro miembros a favor de un aumento de 25 puntos básicos con un rechazo.

“Borja se ha convertido, literalmente, en la persona más importante de la junta”, dijo Benito Berber, director de economía para América Latina de Natixis en Nueva York. “Borja podría ayudar a quienes tienen una postura restrictiva en este proceso independientemente de cómo vote el nuevo gobernador Herrera”.

Anteriormente, Berber esperaba solo una o dos alzas de tasas del banco central antes de una pausa después de que Herrera asumiera el cargo. Ahora, con la probabilidad de que la Reserva Federal retire su estímulo en los próximos meses y de que Borja tome una postura restrictiva, dice que el banco central podría subir hasta 125 puntos básicos entre ahora y fines de 2022.

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Danny Fang, estratega del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria SA en Nueva York, dijo que, si bien México comenzó antes su ciclo de aumento de tasas y Colombia tiene una inflación más baja y, por lo tanto, más tiempo para reaccionar, los encargados de la política monetaria de ambos países se sienten presionados a volverse más agresivos.

“Ambos bancos centrales consideran cosas similares con respecto al crecimiento versus la inflación versus los mercados financieros”, dijo Fang. “Sin embargo, las circunstancias macro son un poco diferentes, por lo que sus prioridades son un poco diferentes”.